La metodología de intervención en psicosis precoces, desarrollada en Laponia Occidental en los años 80, conocida como Open Dialogue, se presenta a menudo como una especie de panacea que combinando terapia familiar sistémica, principios psicodinámicos, con una perspectiva de red, continuidad de la intervención psicológica y social y abordaje esencialmente comunitario, consigue resultados incomparablemente mejores que los alcanzados por las intervenciones convencionales. Suscita tanto la sospecha de que si no se implanta de manera generalizada es por intereses creados como el entusiasmo que ha llevado a crear en varios países programas basados en sus principios. En Psychiatric Services, Freeman y colaboradores publican una revisión de 23 estudios sobre sus resultados y llegan a la conclusión de que no hay a día de hoy una base sustancial para recomendar su implantación. En la misma fuente, Mueser, comentando los resultados, llega incluso a decir que los resultados obtenidos hasta la fecha no justifican que se siga investigando sobre la materia.